

La salud de las encías es esencial para nosotros. De hecho, esta parte de nuestra boca cumple una función extremadamente importante. No en vano, las encías son las encargadas de fijar nuestras piezas dentales.
Con ésto lo que queremos decir es que sin las encías, los dientes y las muelas no quedarían firmes con todo lo que ello conllevaría. Sin embargo, el hecho de estar muy expuestas a todo tipo de agentes externos, las hace extremadamente sensibles.
Una realidad que hace que tengamos que seguir una serie de pautas con el objetivo de tenerlas siempre en óptimas condiciones.
¿Cuáles son los principales problemas que pueden padecer las encías?
Si bien es cierto que las posibles problemáticas de las encías pueden variar mucho de una persona a otra, a la consulta de los dentistas son dos las principales dolencias que llegan.
La inflamación de las encías o gingivitis
En este caso nos encontramos con una inflamación superficial de la propia encía. La manera de diagnosticarla es muy sencilla ya que se puede ver claramente cómo éstas comienzan a sangrar en el momento que entran en contacto con algún elemento, como por ejemplo, el cepillo de dientes.
La periodontitis o destrucción de las encías
En este caso estamos hablando de una infección de las encías que ha calado mucho más hondo. Aquí, de hecho, estamos hablando de una destrucción parcial, o total, de las estructuras internas de las encías ( el hueso maxilar y mandibular) lo que puede hacer peligrar la estabilidad de la dentadura.
Pautas básicas a seguir para el cuidado de las encías
Estos problemas que hemos mencionado, así como tantos otros, se pueden prevenir con un cuidado de las encías regular. Unos cuidados como los que ponemos sobre la mesa a continuación.
- Cepillado diario. Los restos de alimentos son el principal enemigo de las encías. En consecuencia, se recomienda que siempre se lleve a cabo un cepillado diario tratando por todos los medios de quitar los restos que pudieran quedar.
- Enjuagues con colutorio. Solo en los casos en los que el dentista lo recomiende, puede ser interesante realizar enjuagues con determinados colutorios. La función de estos no es otra que crear una barrera protectora en las encías contra los agentes externos.
- Uso del hilo dental. Esta es una herramienta básica para llevar a cabo una limpieza más profunda que la que se pueda realizar con el cepillo de dientes. Basta acceder a los espacios interdentales y eliminar los restos más rebeldes.
A pesar de que estas acciones, por supuesto, son enormemente efectivas en todo lo que tiene que ver con el cuidado de la salud de las encías, nunca hay que perder de vista la visita al dentista.
Una visita que se tiene que realizar, al menos, una vez al año aunque esta frecuencia podría variar en los casos en los que se haya tenido algún problema de los mencionados y se necesite una revisión más en profundidad. Y es que gracias a estas visitas se podrán evitar muchas dolencias así como minimizar el daño de otras.