

La salud bucodental de los más pequeños de la casa es algo que debe cuidarse desde la más temprana edad. A pesar de que son muchas las ocasiones en la que la subestimamos, hay que tener en cuenta que la boca es parte fundamental en su día a día.
Además, los distintos problemas de salud bucodental de los niños, en algunos casos, pueden agravarse dando como resultado otros problemas de salud que pueden revestir cierta gravedad.
Todo este escenario no hace otra que obligarnos a tomar conciencia de cuáles son los problemas más comunes que pueden aparecer en los niños y de cuáles pueden ser las pautas a seguir para remediarlos y, por supuesto, prevenirlos.
Principales problemas de salud bucodental de los niños
Aunque cada joven es un caso completamente distinto, es cierto que hay algunos problemas que se repiten con una mayor frecuencia. De ahí la importancia de saber detectarlos y de saber actuar en cada caso.
Oclusión deficiente
La oclusión, comúnmente conocida como “mordida”, no es otra cosa que la correcta alineación de las piezas superiores y de las inferiores cuando se realiza la mordida, por ejemplo, el masticar un alimento. Una oclusión incorrecta puede tener algunas consecuencias, de mayor o menor relevancia.
- El no poder morder correctamente los alimentos puede hacer que aparezcan problemas intestinales o de digestión.
- La aparición de nuevas piezas se puede dar con leves desviaciones.
- Las piezas actuales pueden desviarse al no tener otras de referencia haciendo incluso, que pierdan densidad y tamaño.
- La presencia de molestias en la mandíbula, o incluso en la zona del cuello, es muy común en estos casos ya que la presión de los dientes no está soportada de la forma adecuada.
Afortunadamente este problema, si se trata a tiempo, puede quedar en nada gracias a los tratamientos que existen hoy en día. Además, una vez corregido, esta dolencia no volverá a aparecer.
Aparición de caries en las piezas dentales
En contra de lo que se pueda pensar, el principal responsable de la aparición de la caries, no es el consumo de alimentos indebidos como puede ser el caso del azúcar. Si bien es cierto que ese es un factor importante, la falta de limpieza, o una limpieza incorrecta, son aspectos mucho más determinantes.
Y es que son precisamente esos restos de alimentos los que dan lugar a la presencia de ciertas bacterias que son las que terminan por convertirse en caries. Una dolencia que tiene una sintomatología muy concreta y, por desgracia, de sobra conocida por todos.
- Dolores constantes en la zona de la pieza con caries. Inflamación de la zona afectada con las consiguientes molestias.
- En algunos casos extremos, incluso, se pueden producir daños en el nervio.
- Si la caries no se trata a tiempo, y esta termina por perforar completamente la pieza dental, dañando el nervio, no solo el dolor será mucho más intenso sino que esto puede conllevar la pérdida de la pieza.
Decir que los empastes, así como las reconstrucciones y, llegado el caso, las endodoncias funcionan muy bien para este tipo de problemas siempre y cuando se acuda al dentista con la suficiente premura.
Posibles traumatismos directos
Cualquier niño, al jugar, al correr, al saltar, en casa o en el colegio, siempre tiene posibilidades de recibir un impacto en la boca. Aunque las consecuencias del mismo dependerá de la intensidad de éste, lo cierto es que en la inmensa mayoría de los casos, la corta edad de sus piezas dentales y la escasa resistencia que estas tienen ante estas situaciones, puede hacer que se deterioren o, en el peor de los casos, que se pierdan.
En cualquiera de los casos es bastante frecuente ser testigos de un sangrado en la zona afectada así como de un intenso dolor. Una vez que la hemorragia y las molestias se eliminen, es de vital importancia que se acuda al dentista sin la más mínima pérdida de tiempo. De no ser así, las consecuencias del daño de la pieza dental pueden ser muy variadas y de una gravedad diversa.
- La masticación no se realizará correctamente con los consiguientes problemas digestivos.
- Las piezas dentales contiguas pueden perder su alineación tomando el hueco presente por lo que la oclusión, es decir, la mordida, se vería afectada.
- En casos extremos las encías pueden quedar seriamente dañadas ya que puede haber pequeñas partes de la pieza que queden incrustadas en la misma.
Sea como fuere, e independientemente de los casos expuestos en estas líneas, siempre es conveniente acudir al dentista con una cierta regularidad. No en vano, al menos una vez al año habría que concertar una cita con dicho especialista.
Gracias a ello no solo podremos prevenir todo tipo de dolencias sino que también podremos atajar algunos problemas a tiempo de manera que sus consecuencias no sean, ni mucho menos, graves.