

Dentro de los distintos tratamientos dentales con los que nos podemos encontrar actualmente, las carillas es uno de los más demandados. Y es que, este tratamiento destinado a mejorar, desde un punto de vista estético, la sonrisa del paciente, se está convirtiendo la mejor solución para muchas personas que padecen este problema.
¿Qué tipos de carillas dentales existen en la actualidad?
Antes de nada hay que partir de la base de que las carillas dentales es una de las mejores soluciones que existe para recuperar una sonrisa atractiva. Y lo es porque se trata de un tratamiento totalmente personalizado que tiene un éxito total en todos los pacientes.
Carillas de composite
Este tipo de carillas está basado en el propio material que recibe el nombre de composite. Este material tiene una cualidad realmente ventajosa que no es otra que la de poder moldearlo con una gran facilidad. Esto nos va a permitir darle la forma que deseamos para, a continuación, continuar con el proceso de endurecimiento.
Se trata del tratamiento más barato dentro de los que nos podemos encontrar de este tipo. Además, el especialista trabaja directamente en la boca del paciente haciendo que todo el proceso se lleve a cabo en una única sesión lo que es realmente cómodo.
Carilla de porcelana
La principal ventaja que presentan las carillas de porcelana es que presentan una elevada resistencia en cuanto a manchas se refiere. Sin ir más lejos, las manchas de café, de tabaco o de té tienen una incidencia mucho menor que en las carillas de composite, por ejemplo.
El problema, al contrario de lo que sucede con las carillas de las que hemos hablado anteriormente, es que se trata de un procedimiento que tiene que llevarse a cabo en varias sesiones. A todo esto también hay que sumarle el coste. Este es algo más elevado aunque, como ya hemos visto, el resultado es algo más óptimo.
Carillas de zirconio
Podría decirse, sin temor a equivocarnos, que el zirconio es el mejor material para una carilla dental. No solo se trata de un material traslúcido lo que hace que apenas se pueda distinguir del propio diente sino que destaca, por encima del resto de materiales, por su resistencia durabilidad.
Ni que decir tiene que en este caso nos encontramos con un problema que puede ser clave para muchas personas. Y este no es otro que el precio. Sin embargo, en muchas ocasiones puede ser que una inversión algo más elevada sea la diferencia entre un buen resultado y un resultado perfecto desde todo punto de vista.
A todo esto que ya hemos comentado hay que añadir el hecho de que se trata de una intervención muy económica. Ésto es algo que todavía queda mucho más evidente si tenemos en cuenta que cada vez son más las clínicas dentales las que incorporan completos planes de financiación. Una realidad que hace que todo lo que tiene que ver con la salud e higiene dental sea mucho más accesible para cualquier paciente.