

Aunque pueda parecer algo trivial, la higiene dental es vital para el buen funcionamiento del organismo. Y es que, actualmente se sabe que son muchas las infecciones las que podemos padecer como consecuencia de una higiene dental deficiente.
Pero no solo eso, esta falta de higiene dental puede acarrear otros problemas de distinta índole. Unos problemas que pueden ir desde la pérdida de piezas dentales hasta el mal aliento pasando por una presencia que puede llegar a ser desagradable.
5 consejos para llevar a cabo un lavado de dientes eficaz
El problema que muchas personas tiene es que algo tan sencillo como lavarse los dientes no lo hacen de forma eficaz. Ni eficiente. Basta 2 minutos y algo de cuidado para eliminar cualquier resto perjudicial que podamos tener en nuestra boca.
No es necesario consumir mucho dentífrico
Esto es un mito que tenemos que derribar, sin lugar a dudas. De hecho basta utilizar una cantidad equivalente al tamaño de una lenteja para que el cepillado sea el que necesitamos. Atrás quedaron los tiempos en los que parecía necesario gastar mucha pasta de dientes hasta cubrir toda la superficie del cepillo.
Abarca toda la superficie de la pieza dental
Este es uno de los fallos que cometemos con mayor frecuencia. Y es que solemos pasar por alto ciertas partes de la pieza dental.
No importa la pieza en la que estemos en estos momentos. Todas tienen una cara posterior y una anterior. Dos partes que hay que cepillar. Y todo ello sin olvidar los laterales en los que también se puede acumular suciedad.
Cepíllate siempre hacia el exterior
Sin lugar a dudas esta es la clave para los dentistas. No son pocas las personas las que tienen a realizar un cepillado circular. De este modo cabe el riesgo de que la suciedad y los restos de comida se queden en la boca o incrustados en otras piezas dentales.
De lo que se trata es de cepillarse siempre hacia fuera. De esta manera los restos terminarán o bien fuera de nuestra boca o bien en posiciones en las que el enjuague final las termine de eliminar.
No es necesario enjuagarse
Siempre hemos tenido la convicción de que después del cepillado hay que enjuagarse enérgicamente, pero estudios recientes han demostrado que es más efectivo no enjuagarse. La explicación está en que lo que nos interesa de la pasta de dientes es el flúor (mineral que ayuda a prevenir las caries remineralizando el esmalte) por lo que si nos enjuagamos lo eliminamos de la boca. La manera correcta de acabar el cepillado es escupir los restos de pasta y ya, de esta forma el flúor queda en nuestra boca pudiendo hacer su papel de combatir las caries.
Los colutorios, salvo indicación del dentista, no son necesarios. Es un hábito caro que no aporta casi ningún beneficio.
Lo que sí es de vital importancia es el uso de algún elemento para la limpieza de las superficies interproximales ( unión de dos dientes) ya que con el cepillo no se llega de manera correcta. Puede ser bien cinta dental o cepillos interproximales. Siempre recomiendo que sea el dentista el que recomiende uno u otro dependiendo del tipo de dientes y encía de cada paciente y con hacerlo una vez al día conseguimos el efecto deseado.
Sobre todo, ten paciencia
Puede parecer un detalle sin importancia pero no lo es en absoluto. En la inmensa mayoría de las ocasiones, basta con cepillarse 3 veces al día. Por eso tenemos que ser conscientes de que no supone mucho tiempo invertir 2 minutos en cada cepillado. De ese modo, podremos recorrer con mucha eficacia todas y cada una de las piezas dentales, en la dirección correcta, cubriendo toda su superficie.